jueves, 26 de septiembre de 2013

Cuide su salud; hoy hablamos de aflicción.

Es una reacción a una pérdida grande y con mayor frecuencia es una emoción dolorosa e infeliz. La aflicción se puede desencadenar por la muerte de un ser querido. Las personas también pueden experimentar aflicción si tienen una enfermedad incurable o una enfermedad crónica que afecte su calidad de vida. Asimismo, la terminación de una relación significativa a menudo también puede ocasionar un proceso de aflicción. Todas las personas experimentan la aflicción a su manera; sin embargo, hay etapas comunes para el proceso del duelo. Éste comienza con el reconocimiento de la pérdida y continúa hasta que la persona finalmente la acepta. Las respuestas de las personas a la aflicción serán diferentes, dependiendo de las circunstancias de la muerte. Por ejemplo, si la persona que murió sufría una enfermedad crónica, se puede haber esperado que se presentara la muerte y la terminación del sufrimiento de la persona podría incluso haber llegado como un alivio. Pero si la muerte fue accidental o violenta, llegar a un estado de aceptación podría tomar más tiempo. Una forma de describir la aflicción es en cinco etapas. Es posible que estas reacciones no se presenten en un orden específico y pueden, a veces, ocurrir juntas. Además, no todas las personas experimentan todas estas emociones: Negación, aturdimiento, incredulidad. Ira, culpar a otros. Hacer promesas (por ejemplo, "si me curo de este cáncer, nunca volveré a fumar"). Estado de ánimo depresivo, tristeza y llanto. Aceptación. Las personas que sufren aflicción pueden tener episodios de llanto, dificultad para dormir y falta de productividad en el trabajo. El médico llevará a cabo un examen físico y hará preguntas acerca de los síntomas, incluso el sueño y el apetito. Los síntomas que duran algún tiempo pueden llevar a depresión clínica. La familia y los amigos pueden ofrecer apoyo emocional durante un proceso de aflicción. Algunas veces, los factores externos pueden afectar el proceso de aflicción normal y las personas podrían necesitar ayuda de: Religiosos. Especialistas en salud mental. Grupos de autoayuda. Trabajadores sociales. La fase aguda de la aflicción generalmente dura hasta 2 meses, pero algunos síntomas más leves pueden durar un año o más. La asesoría psicológica le puede ayudar a una persona que sea incapaz de enfrentar la pérdida (reacción de aflicción por ausencia) o que sufra de depresión con aflicción. El estrés causado por la aflicción se puede mitigar uniéndose un grupo de apoyo, donde los miembros comparten experiencias y problemas en común. Se puede requerir un año o más para superar los sentimientos fuertes de aflicción y aceptar la pérdida. La aflicción y la pérdida pueden afectar la salud general y pueden llevar a depresión o al consumo excesivo de alcohol o drogas. La aflicción que dura más de dos meses y es tan grave que interfiere con la vida diaria puede ser un signo de una tristeza complicada y una enfermedad más seria, como la depresión grave. Los medicamentos pueden ayudar. Consulte con el médico si: Es incapaz de manejar la aflicción. Está consumiendo cantidades excesivas de drogas o alcohol. Se deprime mucho. Presenta una depresión prolongada que interfiere con su vida diaria. La aflicción no se debe prevenir dado que es una respuesta saludable a una pérdida. En lugar de esto, se debe respetar. Aquellas personas que estén afligidas deben tener apoyo que las ayude a lo largo del proceso. Fuente: Cuide su salud, veo oigo y siento
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