miércoles, 20 de mayo de 2015

Ventajas submarinas del primer pez de sangre caliente.

El opah pasaba la mayor parte de su tiempo en profundidades entre 45 y 400 metros, evitando salir regularmente a la superficie. El opah, que vive a grandes profundidades oceánicas, es capaz de perseguir a sus presas y tener mejor reacción por el hecho de que su cuerpo está a temperaturas comparables con mamíferos o aves. El opah, una especie de pez que vive a grandes profundidades y habitualmente alcanza el tamaño de un neumático, se diferencia de sus pares por una particular razón: es el primero que posee sangre caliente en su cuerpo, según determinaron científicos del NOAA. Los especialistas revelaron que esta especie, también conocida como "Moonfish" o "Sunfish", es la primera cuyo flujo sanguíneo es similar al de los mamíferos o las aves, lo que le proveería de varias ventajas respecto a otros peces en las frías aguas de la profundidad del océano. Habitualmente los peces que viven a mayor profundidad tienden a ser lentos e inactivos, conservando su energía para emboscar a sus presas en vez de perseguirlas. Pero el opah es distinto, ya que su constante aleteo calienta su cuerpo, acelerando su metabolismo, sus movimientos y tiempo de reacción, según detalló la publicación científica Science. Con estas características, el opah se convierte en un letal depredador submarino, ya que nada más rápido, reacciona a mayor velocidad y puede ver de forma más clara que los otros peces, según el biológo Nicholas Wegner, principal autor de la investigación. "Antes de este descubrimiento, estaba bajo la impresión de que este era un pez que se movía lentamente, como la mayoría de los otros peces en ambientes fríos", afirmó Wegner. "Pero ya que puede calentar su cuerpo, se convierte en un depredador muy activo, que puede perseguir presas ágiles como calamares y puede migrar largas distancias". El origen del descubrimiento, ocurrió cuando Wenger observó el tejido de una de estas especies y detectó un diseño inusual: vasos sanguíneos que transportan sangre tibia hacia sus branquias, se enrollan alrededor de los que transportan sangre fría de regreso al centro del cuerpo, tras absorver oxígeno desde el agua. Científicos comparan este funcionamiento al radiador de un automóvil, considerando que es una adaptación natural que permite conservar el calor. La particular locación del intercambio de calor entre las branquias, permite que el cuerpo completo del pez mantenga una temperatura elevada, algo conocido como endotermia, incluso en la fría profundidad del mar. "Nunca antes se había visto algo así en las branquias de un pez", afirmó Wegner. "Esta es una gran innovación de estos animales, que les da una ventaja competitiva. El concepto de intercambio de calor contra-corriente fue inventado en los peces, mucho antes de que nosotros lo pensáramos", afirmó. Experimentos de seguimiento satelital determinaron que el opah pasaba la mayor parte de su tiempo en profundidades entre 45 y 400 metros, evitando salir regularmente a la superficie. Su mayor temperatura corporal le ayudaría a incrementar su rendimiento muscular, impulsar sus funciones cerebrales y de visión, además de ayudarle a resistir los efectos del frío en el corazón y otros órganos, afirmó Wegner. Fuente: El Mercurio.
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