jueves, 21 de mayo de 2015

Déficit de atención en adultos.

El déficit de atención en adultos no es cosa de niños, se caracteriza por la incapacidad de enfocarse y prestar atención. Es muy difícil para las personas con déficit de atención seguir una plática, terminar un encargo y organizarse. Las personas con déficit de atención se distraen muy fácilmente y normalmente se muestran nerviosas. La falta de atención, hiperactividad, impulsividad entre otros síntomas, afectan la productividad y la autoestima. Los pacientes con déficit de atención tienen menos actividad en áreas del cerebro que controlan la atención. También pueden tener desequilibrios de sustancias químicas del cerebro llamadas neurotransmisores. No está claro lo que causa estas irregularidades, pero el déficit se detecta en más de un miembro dentro de las familias, por lo que muchos expertos creen que la genética juega un papel importante. No existen pruebas de laboratorio que diagnostiquen la condición, sin embargo, a través de una valoración que consta de preguntas específicas para el caso, la retroalimentación de los familiares en referencia al comportamiento del individuo y su rendimiento académico o laboral, los doctores pueden llegar a un diagnóstico. Los síntomas deben de estar presentes por más de seis meses. Existen tres tipos de déficit de atención. El primero y más común, es el llamado combinado, en el cual se presentan actitudes de impulsividad, falta de concentración e hiperactividad. En el segundo, la hiperactividad se vuelve incontrolable. En el tercero, sólo se manifiesta la incapacidad de prestar atención, pero el individuo no es hiperactivo ni impulsivo, incluso no molesta a los demás. La condición se puede tratar con medicamentos y terapia, incluso hay escuelas con programas especiales dirigidos a ayudar a personas con déficit de atención. Un horario bien estructurado es de gran utilidad para ayudar a disminuir los síntomas. WebMed, recomienda considerar una dieta buena para el funcionamiento del cerebro, como lo son las dietas altas en proteína, con huevos, carnes, frijoles y nueces. Sustituir los dulces por fruta y pan blanco por integral. Leer, armar rompecabezas y no mirar televisión por más de dos horas al día, activa el cerebro y disminuye el descontrol. En algunos casos, la condición se puede prevenir si la madre durante el embarazo evita el alcohol, las drogas y el cigarro, ya que los hijos de mujeres fumadoras durante el embarazo tienen el doble de posibilidades de sufrir la condición. Artículo por Rebeca Gómez.
Categories:

0 comentarios:

Publicar un comentario