miércoles, 5 de noviembre de 2014

Asma.

Es un trastorno que provoca que las vías respiratorias se hinchen y se estrechen, lo cual hace que se presenten sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos. El asma es causada por una inflamación de las vías respiratorias. Cuando se presenta un ataque de asma, los músculos que rodean las vías respiratorias se tensionan y el revestimiento de dichas vías aéreas se inflama. Esto reduce la cantidad de aire que puede pasar a través de éstas. En las personas con vías respiratorias sensibles, los síntomas de asma pueden desencadenarse por la inhalación de sustancias llamadas alergenos o desencadenantes. Desencadenantes comunes del asma: Animales (caspa o pelaje de mascotas). Ácaros del polvo. Ciertos medicamentos (ácido acetilsalicílico y otros AINES). Cambios en el clima (con mayor frecuencia clima frío). Químicos en el aire o en los alimentos. Ejercicio. Moho. Polen. Infecciones respiratorias, como el resfriado común. Emociones fuertes (estrés). Humo del tabaco. Muchas personas con asma tienen antecedentes personales, como la fiebre del heno (rinitis alérgica) o eccema, mientras que otros no tienen tales antecedentes. La mayoría de las personas con asma tienen ataques separados por períodos asintomáticos. Algunas personas tienen dificultad prolongada para respirar con episodios de aumento de falta de aliento. Las sibilancias o una tos puede ser el síntoma principal. Los ataques de asma pueden durar de minutos a días y se pueden volver peligrosos si se restringe el flujo de aire de manera importante. Síntomas: Tos con o sin producción de flema. Retracción o tiraje de la piel entre las costillas al respirar.. Dificultad para respirar que empeora con el ejercicio o la actividad. Sibilancias. Síntomas de emergencia: Labios y cara de color azulado. Disminución del nivel de lucidez mental, como somnolencia intensa o confusión, durante un ataque de asma. Dificultad respiratoria extrema. Pulso rápido. Ansiedad intensa debido a la dificultad para respirar. Sudoración. Patrón de respiración anormal, en el cual la exhalación se demora más del doble que la inspiración. Paro respiratorio transitorio. Dolor torácico. Opresión en el pecho. Las pruebas para alergias pueden ayudar a identificar los alergenos en personas con asma persistente. El médico o el personal de enfermería utilizarán un estetoscopio para auscultar los pulmones, con lo cual se pueden escuchar sibilancias y otros sonidos relacionados con el asma. Sin embargo, los ruidos pulmonares generalmente son normales entre episodios de asma. Exámenes: Gasometría arterial. Exámenes de sangre para medir el conteo de eosinófilos (un tipo de glóbulo blanco) y de IgE (un tipo de proteína del sistema inmunitario llamada inmunoglobulina). Radiografía de tórax. Pruebas de la función pulmonar. Mediciones de flujo máximo. Objetivos del tratamiento: Controlar la inflamación de las vías respiratorias. Evitar las sustancias que desencadenen los síntomas. Ayudarle a que pueda realizar las actividades normales sin síntomas de asma. Usted y su médico deben colaborar en equipo para manejar el asma. Siga las instrucciones del médico con respecto a tomar los medicamentos, eliminar los desencadenantes del asma y vigilar los síntomas. Existen dos clases de medicamentos para el tratamiento del asma: Medicamentos de control para ayudar a prevenir ataques. Medicamentos de alivio rápido, para uso durante los ataques. Medicamentos de acción prolongada. También se denominan medicamentos de mantenimiento o de control. Se utilizan para prevenir los síntomas en personas con asma de moderada a grave. Debe tomarlos todos los días para que hagan efecto. Tómelos incluso cuando se sienta bien. Algunos de estos medicamentos se inhalan como los esteroides y los betaagonistas de acción prolongada. Otros se toman por vía oral. El médico le recetará el medicamento apropiado. Medicamentos de alivio rápido: Se denominan medicamentos de rescate y se toman: Cuando está tosiendo, jadeando, teniendo problemas para respirar o experimentando un ataque de asma. Justo antes de hacer ejercicio para ayudar a prevenir síntomas de asma que son causados por esta actividad. Un ataque de asma grave requiere un chequeo médico. Usted también puede necesitar hospitalización. Allí probablemente le administrarán oxígeno, asistencia respiratoria y medicamentos intravenosos. No existe cura para el asma, aunque los síntomas algunas veces disminuyen con el tiempo. La mayoría de las personas pueden llevar una vida normal con automanejo y tratamiento médico apropiado. Las complicaciones del asma pueden ser severas. Muerte. Disminución de la capacidad para hacer ejercicio y tomar parte en otras actividades. Falta de sueño debido a síntomas nocturnos. Cambios permanentes en la función pulmonar. Tos persistente. Dificultad para respirar que requiere asistencia respiratoria. Solicite una cita con el médico si se presentan síntomas de asma. Llame al médico o acuda a la sala de urgencias: Si un ataque requiere más medicamento de lo recomendado. Los síntomas empeoran o no mejoran con el tratamiento. Se presenta dificultad respiratoria al hablar. Acuda a emergencias si se presentan los siguientes síntomas: Somnolencia o confusión. Dificultad para respirar grave en reposo. Dolor torácico intenso. Coloración azulada de los labios y la cara. Dificultad respiratoria extrema. Pulso rápido. Ansiedad intensa debido a la dificultad respiratoria. Los síntomas de asma se pueden reducir sustancialmente evitando los desencadenantes y las sustancias que irritan las vías respiratorias. Cubra las camas con fundas "a prueba de alergias" para reducir la exposición a los ácaros del polvo. Quite los tapetes de las alcobas y aspire regularmente. Use sólo detergentes y materiales de limpieza sin fragancia en el hogar. Mantenga los niveles de humedad bajos. Esto puede reducir la proliferación de organismos como el moho. Mantenga la casa limpia y conserve los alimentos en recipientes y fuera de los dormitorios. Esto ayuda a reducir la posibilidad de cucarachas, las cuales pueden desencadenar ataques de asma en algunas personas. Si una persona es alérgica a un animal que no puede sacarse de la casa, éste debe mantenerse fuera de la alcoba. En las salidas de la calefacción, coloque un material de filtro para atrapar la caspa animal. Elimine de la casa el humo del tabaco. Esta es la cosa más importante que una familia puede hacer para ayudar a un hijo con el asma. Fumar fuera de la casa no es suficiente. Los miembros de la familia y visitantes que fuman afuera transportan residuos del humo del tabaco hacia adentro en sus ropas y cabello, lo cual puede desencadenar síntomas de asma. Las personas con asma también deben evitar en lo posible la contaminación atmosférica, los polvos industriales y otros vapores irritantes. Fuente: Cuide Su Salud, Veo Oigo y Siento.
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