martes, 30 de septiembre de 2014

Llevar una vida saludable ayuda un corazón sano.

Está demostrado que el cese del consumo de tabaco, la reducción de la sal en la dieta, el consumo de frutas y verduras, la actividad física regular y la evasión del consumo nocivo de alcohol, reducen el riesgo cardiovascular. En el Día Mundial del Corazón, cardiólogos expertos sostienen que llevar una vida saludable ayudaría a disminuir las más de 40 mil muertes por año en los países ligadas a enfermedades cardíacas. Las enfermedades del corazón matan por año a 17 millones de personas en el mundo. Consciente de esto, la Federación Mundial del Corazón con el apoyo de la OMS y la Unesco, designó el 29 de septiembre como Día Mundial de Corazón, que se celebra desde el 2000 para que las personas tomen conciencia acerca de la importancia del control y tratamiento, pero también de la prevención. La mayoría de las enfermedades cardiovasculares pueden ser evitadas si se lleva un estilo de vida saludable: con una buena alimentación, realizando actividad física y sin cigarrillos a la vista. Está demostrado que el cese del consumo de tabaco, la reducción de la sal en la dieta, el consumo de frutas y verduras, la actividad física regular y la evasión del consumo nocivo de alcohol, reducen el riesgo. También para aquellas personas que padecen hipertensión, diabetes e hiperlipidemia. "Aunque algunos de los factores de riesgo no pueden ser modificados (como el sexo, la edad o los patrones genéticos) la gran mayoría, como la hipertensión, la diabetes, los trastornos del colesterol, el sedentarismo, el tabaquismo o la obesidad, pueden ser controlados", explicó a LA NACIÓN el cardiólogo Alberto Alves de Lima, jefe del Departamento de docencia e investigación del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA). Y agregó: "La evaluación integral por un cardiólogo permite definir los estudios necesarios para cada individuo, el momento oportuno para efectuarlos y la interpretación de los resultados obtenidos. Adquiriendo vital importancia el tiempo y la forma de su indicación, ya que una precoz detección y un pronto inicio del tratamiento permite no solo controlar el factor sino también evitar la progresión hacia formas severas de las enfermedades". El doctor Sergio Llanos Dethinne, miembro de la SAC, recordó que actualmente unas 17,3 millones de personas en el mundo mueren por año debido a enfermedades cardiovasculares (ECV), lo que representa casi la tercera parte de todas las muertes. "Es probable que estas cifras aumenten en los próximos años, principalmente en los países en desarrollo. Es por eso que la OMS se ha fijado una meta de reducción del 25 por ciento de la mortalidad prematura por enfermedad cardiovascular para el 2025", afirmó el especialista, que es también jefe del Servicio de Ecocardiograma y Doppler Cardiaco del Sanatorio San Lucas. Fuente: La nación.
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