jueves, 30 de enero de 2014

Investigadores de la UNAM trabajan en regeneración del hígado.

Se trata de andamios celulares de cóndilo de bovino, que favorecen la recuperación funcional y estructural de un tejido dañado. Científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) realizan diversas investigaciones para ayudar en su rehabilitación a las personas enfermas del hígado. A través de un comunicado de prensa, la Máxima Casa de Estudios recordó que el hígado es considerado "la fábrica química del organismo, pues realiza funciones que proporcionan al cuerpo las condiciones indispensables para vivir, estar alerta y saludables…". Sin embargo, las enfermedades hepáticas figuran entre las principales causas de mortalidad en México (tercera en hombres y séptima en mujeres), refirió Gabriela Gutiérrez Reyes, responsable del Laboratorio de Hígado, Páncreas y Motilidad de la Unidad de Medicina Experimental de la Facultad de Medicina (FM), ubicada en el Hospital General de México. La hepatitis C, en conjunto con el consumo excesivo de alcohol, derivan en una de las etapas terminales de esas afecciones: la cirrosis hepática, para la que no hay tratamiento farmacéutico eficaz, sólo trasplantes. "La desventaja es que existen pocos donadores de órganos", expresó la especialista. En cuanto a las afecciones de tipo viral, como la hepatitis C, muchos enfermos son diagnosticados en fases avanzadas y sólo 50 por ciento responde al tratamiento. Ante esa perspectiva, un grupo de científicos universitarios, encabezados por Gabriela Gutiérrez, estudian el uso de biomateriales, como los andamios celulares de cóndilo de bovino, los cuales son producidos y diseñados por el equipo de María Cristina Piña, del Instituto de Investigaciones en Materiales (IIM) de la UNAM, para favorecer la recuperación funcional y estructural de un tejido dañado, en este caso el hígado. "Hemos encontrado la funcionalidad de esos materiales en uretras de perros y, en el caso del hígado, en ratas. En ambos se colocaron fragmentos del andamio y se observó que sí había invasión de las células hepáticas al tejido. Es decir, este último creció sobre el andamio, por lo que consideramos que podría ser un buen modelo para utilizarse como implantes en medicina regenerativa", indicó. En cuanto a la uretra, en un estudio que realiza Christian Acevedo García, urólogo, bajo la dirección de Gabriela Gutiérrez, se retiró un fragmento de ese conducto (por el que pasa la orina) en perros sanos y en otros a quienes se les indujo estenosis (estrechamiento del conducto), se les colocó el andamio celular en forma de tubo y se observó que conforme avanzaba el tiempo la cantidad de material colocado fue reemplazado por tejido sano, es decir, la uretra se regeneró. Fuente: Fórmula noticias
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