lunes, 11 de noviembre de 2013

Sin tratamiento adecuado 250 mil personas con esquizofrenia.

En México existen 500 mil personas con esquizofrenia, de las cuales 50 por ciento no reciben la atención requerida, ni farmacológica ni psiquiátrica, alertó Dania Lima, académica de la Facultad de Medicina (FM) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Destacó que la prevalencia del mal en el país es igual a la del resto del mundo, con índices del 0.7 al 1.3 por ciento. Además, afecta por igual a ambos sexos y no distingue clases sociales ni zonas geográficas, aunque sí hay diferencias importantes en el acceso de estos pacientes a los servicios de salud mental. La especialista dijo que quienes presentan esta condición tienen ideas delirantes, generalmente de persecución o daño, acompañadas de alucinaciones, la mayoría auditivas. También muestran síntomas llamados "negativos", como anhedonia (incapacidad de disfrutar), apatía o desinterés, aplanamiento afectivo (dificultad para expresar e interpretar emociones), aislamiento y disminución del autocuidado. Cognitivamente, agregó, registran distorsiones, especialmente una tendencia a saltarse a conclusiones a partir de premisas falsas, no contrastar los hechos con la evidencia y una disminución de la empatía (entender y comprender los sentimientos y conductas del otro desde su perspectiva). La experta estableció que estos pacientes presentan déficit de empatía desde los pródromos (síntomas iniciales que preceden el desarrollo de la enfermedad). En los esquizofrénicos, la empatía (función social básica en las relaciones sociales) está alterada. Muestran dificultad para percibir e interpretar los sentimientos y reacciones de los otros, así como no logran mantener un trabajo o un vínculo estable por sus conductas inapropiadas o agresivas. Con medicamentos, este proceso deficitario no muestra mejoría, y sin el tratamiento adecuado, la baja empatía condiciona un pobre funcionamiento que llega hasta el 80 por ciento y afecta el desempeño laboral y las relaciones familiares y de pareja. Una opción terapéutica es la intervención cognitiva enfocada a la empatía. De ahí, la razón de ser del proyecto de su tesis doctoral: la rehabilitación cognitiva, aplicada a numerosas enfermedades, especialmente en daño cerebral traumático, ataque cerebrovascular, demencias y actualmente en esquizofrenia. La rehabilitación cognitiva, apuntó, es un conjunto de técnicas y procedimientos cuyo objetivo es alcanzar los máximos rendimientos intelectuales, así como la mejor adaptación familiar, laboral y social de aquellos sujetos que sufren algún déficit. Su fundamento es la plasticidad cerebral; básicamente, se utilizan estrategias de restauración, compensación y sustitución de las funciones cognitivas, por lo general enfocadas en un entrenamiento en las habilidades afectadas. Fuente: Notimex
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