Promueven la lactancia con "Teteada" en Buenos Aires.

La actividad, que sostiene que "Dar pecho es un regalo de vida", convocó no solo a las madres, sino a hermanitos, maridos, amigos y amigas que apoyan dar pecho hasta que el infante lo desee. La responsable de "Teteada" es Andrea Noren. Decenas de mujeres participaron en una "Teteada" en una plaza de Buenos Aires, auto convocadas por Facebook, para promover la lactancia materna y romper los prejuicios sobre dar pecho en público. "Es la primera vez que nos auto convocamos por las redes sociales en el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2013, y nuestro lema es amamantar de acuerdo al ritmo que imponga el bebé y no el pediatra", dijo María Vivanco, de 25 años. Las mujeres, la mayoría jóvenes, desplegaron mantas y carteles alusivos en un extremo de la plaza que rodea el céntrico Obelisco, además de montar una pequeña carpa destinada al cambiado de pañales. "Juliana tiene 1 año y medio y le sigo dando pecho porque es lo mejor para ella y yo lo disfruto muchísimo. Lo seguiremos haciendo hasta que alguna de las dos diga basta", respondió entre sonrisas Paula Salvador (34), junto a su pareja Martín Silva (34). La actividad, que sostiene que "Dar pecho es un regalo de vida", convocó no solo a las madres, sino a hermanitos, maridos, amigos y amigas que apoyan la lactancia. En la provincia de Buenos Aires, la más poblada del país con más de 15 millones de habitantes, las madres amamantan hasta los seis meses, como aconseja la Organización Mundial de la Salud (OMS), según una encuesta del ministerio de Salud provincial. "La leche materna es el alimento perfecto porque es combustible para el desarrollo del sistema nervioso central del bebé y de su estado inmunológico", señaló la cartera sanitaria en un comunicado. Enfrentar el tabú de dar pecho en público. La tarde soleada, con temperaturas templadas en medio del invierno austral, alentó a las mujeres a dejar al aire libre sus pechos para que los bebés se prendieran entusiastas, entre charlas y rondas de mate (infusión típica rioplatense). "Queríamos también enfrentar el desafío de dar pecho en público, que a veces puede ser un tabú. Hay algunos que ven el seno solo como un objeto sexual y no como una fuente de alimentación", explicó María de los Angeles Rivier (25 años). La responsable de la iniciativa es Andrea Noren (25 años), mamá de Teo de un año. "Estudio puericultura (crecimiento y desarrollo del niño) y me despertó mucho interés la promoción del apego a la lactancia porque por mi experiencia al hacerlo, se siente una conexión terrible (maravillosa) con el bebé", afirmó. Andrea, que es vegana y no come carne ni toma leche, recordó entre risas que se alimento del pecho hasta los tres años y aseguró que en esto "hay que seguir los instintos y no a los pediatras que muchas veces aconsejan dejar de amamantar porque la leche no alcanza". Sin embargo, muchas de estas mujeres admiten que pueden amamantar sin límites porque no trabajan. Cuando lo hacen, como el caso de Paula Salvador, que es docente, los ámbitos laborales no suelen ser amigables. "Volví al trabajo cuando Juliana tenía siete meses. Como no había lugares indicados, al principio me sacaba la leche en el baño, luego el pediatra me advirtió que no era un lugar adecuado. Además, tuve que luchar para que me otorgaran la hora de amamantamiento", comentó. Sin embargo, estos obstáculos no la amedrentaron. Sale una hora antes y vuela a su casa donde la espera el niño para mamar. Y también lo hace por la noche. Elena Benalcazar es una ecuatoriana de 28 años que trae a Mateo de siete meses metido en una especie de mochila sobre su pecho. "Seguirá tomando pecho hasta que él quiera, por lo menos hasta los dos años", señaló y recordó que al principio había tenido problemas porque "parecía que no tenía leche pero fui a una organización que promueve la lactancia y superé todos los problemas". "Hoy no lo cambio por nada. Adoro este vínculo físico y además, nutricional", sostuvo. "A dar pecho se aprende", sostiene la OMS y advierte que "alrededor del 55% de las muertes por enfermedades diarreicas e infecciones respiratorias graves en lactantes suelen ser consecuencia de prácticas de alimentación inadecuadas e inseguras". Fuente: AFP