jueves, 8 de agosto de 2013
Es una acumulación de material infectado en el área alrededor de las amígdalas.
El absceso periamigdalino es una complicación de la amigdalitis y casi siempre es causado por un tipo de bacterias llamadas estreptococos beta-hemolíticos del grupo A.
El absceso periamigdalino por lo general es una afección de niños mayores, adolescentes y adultos jóvenes, y se ha vuelto muy poco común con el uso de antibióticos para tratar la amigdalitis.
Una o ambas amígdalas resultan infectadas. La infección por lo general se disemina por detrás de la amígdala y puede luego propagarse hacia el cuello y el pecho. Los tejidos inflamados pueden obstruir las vías respiratorias, lo cual constituye una emergencia médica potencialmente mortal.
El absceso se puede abrir (romper) dentro de la garganta. El contenido del absceso puede luego viajar hacia los pulmones y causar neumonía.
Los síntomas del absceso periamigdalino son:
Fiebre y escalofríos
Dolor de garganta intenso que generalmente es en un lado
Dificultad y dolor al abrir la boca
Dificultad para deglutir
Babeo o incapacidad para tragar saliva
Hinchazón facial o cervical
Fiebre
Dolor de cabeza
Voz velada
Ganglios de la mandíbula y garganta sensibles
Un examen de la garganta con frecuencia muestra hinchazón en un lado y en el paladar.
La úvula en la parte posterior de la garganta puede estar distanciada de la hinchazón. El cuello y la garganta pueden estar enrojecidos e hinchados en uno o en ambos lados.
Se pueden realizar los siguientes exámenes:
Aspiración del absceso usando una aguja
Tomografía computarizada
Si la infección se detecta temprano, le darán antibióticos. Muy probablemente, si se forma un absceso, será necesario drenarlo con una aguja o haciéndole un corte para abrirlo. Le darán analgésicos antes de hacer esto.
Algunas veces, al mismo tiempo que se drena el absceso se extirpan las amígdalas. En este caso, lo pondrán a dormir con anestesia.
El absceso periamigdalino generalmente desaparece sin tratamiento, aunque la infección puede reaparecer en el futuro.
Complicaciones
Obstrucción de las vías respiratorias
Celulitis de la mandíbula, el cuello o el tórax
Endocarditis (poco común)
Líquido alrededor de los pulmones (derrame pleural)
Inflamación alrededor del corazón (pericarditis)
Neumonía
Sepsis (infección en la sangre)
Consulte con el médico si ha tenido amigdalitis y presenta síntomas de absceso periamigdalino.
Igualmente, llame al médico si presenta:
Dificultad respiratoria
Dificultad para deglutir
Dolor torácico
Fiebre persistente
Síntomas que empeoran
El tratamiento completo y oportuno de la amigdalitis, especialmente la de tipo bacteriano, puede ayudar a prevenir un absceso.
Fuente: Cuide su salud, Veo Oigo y Siento
Categories: cuide su salud
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