jueves, 23 de mayo de 2013

Samuel, artista discapacitado reconocido a nivel nacional

Samuel, artista discapacitado reconocido a nivel nacional La ciudad no está adaptada para los discapacitados, dice Para el maestro Samuel Morales Reyes su discapacidad no ha sido obstáculo para exponer sus obras por toda la república. Con más de 45 años como pintor sus retos son artísticos y la falta de desarrollo de sus extremidades pasa a segundo término. Ahora como maestro transmite a sus estudiantes que no hay más obstáculos que los mentales, y que cuando hay talento se abren los caminos. Cuenta que desde los tres años pasaba horas dibujando los mezquites, nopales y las casas de adobe que veía en la comunidad de El Novillo, en El Llano. Terminó la educación secundaria y al llegar a la adolescencia emprendió el viaje a la capital para estudiar artes visuales en la casa de la cultura. Aprendió todas las técnicas y ahora lleva 23 años transmitiendo sus conocimientos. De joven viajaba en autobús sin problema, pero ahora a sus 60 años, tiene que caminar con una técnica y zapatos especiales para sus pies. No contempla la idea de una silla de ruedas, por la falta de rampas en las calles y edificios públicos, por lo que prefiere trasladarse en su forma acostumbrada mientras que la ciudad no se adapte a las personas con capacidades diferentes. Refirió que en la actualidad los planteles educativos desde preescolar hasta universidad tienen facilidades para las personas con capacidades distintas, cuando en su niñez fue un reto aprender a leer y escribir, además de cursar estudios en la Casa de la Cultura. Comentó que en su caso contó con poco apoyo de su familia y de las autoridades gubernamentales de ese tiempo, por lo que debió valerse por sí mismo en su totalidad; pero sabía que tenía el talento para sobresalir en el mundo de la pintura. Morales Reyes hizo un llamado a los discapacitados para que desarrollen sus talentos y busquen apoyos para dar a conocer sus habilidades artísticas. Sus alumnos lo admiran por su entereza, sabiduría y alegría de vivir. Fuente: El Heraldo de Aguascalientes.
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